La Astrologia és el linguaje que mejor traduce la relación entre el ser humano y el Cosmos. Sus fundamentos teóricos nos dan una visión de nuestro lugar en el tiempo y el espacio en su relación con el todo que nos rodea.

Siguiendo los preceptos inscritos en la Tabla de Esmeralda de Hermes Trismegisto, donde ‘Lo que está más abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo. Actúan para cumplir los prodigios del Uno’. La astrología muestra, refleja y enseña cómo la relación entre las estrellas en el cosmos y la Tierra se traduce en nuestras vidas, o como los Los eventos celestes reflejan los eventos terrestres, y viceversa.

En ese sentido, el Uno se puede traducir como el bien, a la que se añade la Suprema Inteligencia, el Nous. Luego, el Cosmos, que ya viene de Pitágoras, quien lo descubrió y descifró como el Gran Ser Unificado. En el Cosmos todo está al mismo tiempo interconectado y reflejando el Uno, que también se refleja en nosotros, que también tenemos un Cosmos dentro, con nuestros órganos, nuestra sangre y nuestras células, en un sistema interconectado al servicio del Uno, del individuo -- del latino individuus, lo que no se puede dividir. Y también todos somos Uno en el Cosmos, solo hay un Cosmos y somos partes de su todo, de su organismo.

‘Lo que está más abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo. Actúan para cumplir los prodigios del Uno.

Y así como todas las cosas vinieron del Uno, así todas las cosas son únicas, por adaptación.’

La conciencia precede a la materia, no es su epifenómeno de la materia, como la ciencia moderna cree en todo su materialismo, que abandonando su ámbito se comporta como una filosofía o mismo una religión.

De hecho, no tendrá más remedio que calificar la astrología como superstición o pseudociencia en una bancarrota del conocimiento y una ignorancia que sólo encuentra reflejo en el oscurantismo religioso más obtuso.

Pero no nos alejemos demasiado. La astrología, en su contexto hermético y platónico, Ofrece una visión del cosmos como una interconexión unificada, donde todo se corresponde por cadenas de simpatía y correspondencia espiritual y material. En el corazón de esta visión se encuentra el concepto de cuatro reinos: el Reino de la Divinidad (El Uno), el Reino de la Inteligencia (Nous), el Reino del Alma (Psique) y el Reino de la Materia (Cosmos o Naturaleza).

En su origen, el Uno — principio y fuente primordial de todas las cosas, el absoluto, más allá de la dualidad y de toda posibilidad de definición — generó el Nous, o Intelecto Divino, como su primera emanación, representando la Inteligencia Cosmica, que organiza y da forma al caos primordial, convirtiéndose en el intermediario entre el Uno y el mundo manifestado, permitiendo así la creación.

El Nous es la primera realidad después del Uno y contiene dentro de sí todas las ideas o formas que estructuran el universo, equivalente al mundo inteligible de Platón, e que pode ser descrito como Consciência Universal. Aquí, los relojes aún no han empezado a funcionar, Todavía no hemos llegado a la idea del tiempo, sólo tenemos la eternidad. Todo lo que es, puede ser o será está presente simultáneamente, el Nous trasciende el tiempo en toda su dimensión.

En el siguiente paso de la creación, el Nous genera una imagen de sí mismo, llegamos al Anima Mundi, el Alma del Mundo. El tiempo y el movimiento entran en existencia, Estamos en el principio del ser. El Anima Mundi o Psique (Alma) emerge del Nous como principio vital, Introduciendo la vida en el cosmos.

Vínculo entre el mundo de las ideas (Nous) y el mundo sensible, lleva (el mundo de las ideas a la realidad material. El Anima Mundi es el alma universal que impregna todas las cosas, organiza la materia, hace que el universo sea armonioso, interconectado, vivificando, animando y uniendo todas las partes del Universo. Anima Mundi da vida, movimiento y cohesión al Cosmos, funciona como un principio unificador, armonizando la vida con las ideas o formas presentes en el Nous o mundo inteligible.

La astrología occidental, es decir, la astrología helénica-perso-medieval-renacentista, comparte el sistema, el lenguaje y otra visión del mundo. Basado en otros mapeos de la realidad donde el mundo material se comunica con el mundo espiritual. Basado en el platonismo y el hermetismo, y filósofos como Pitágoras, Platón y Aristóteles; bebiendo de la tradición babilónica, egipcia y clásica de la antigua Grecia, para luego ser desarrollado y roto por fallas en la transmisión del conocimiento antiguo en la antigua Persia, en el islam o en la Europa medievalLa astrología va mucho más allá del limitado contexto materialista contemporáneo. No puede ser demostrada científicamente mientras la ciencia se limite a los preceptos materialistas prevalecientes que sólo admiten la existencia de la materia y la energía. Por lo tanto, para que la Astrología funcione realmente de manera coherente, es esencial adoptar una visión del mundo que legitime e interactúe con la vasta interconexión y encadenamiento del Universo, así como con sus oposiciones y áreas de conflicto. A partir de ahí, podemos descubrir nuestro lugar en el conjunto y dirigir mejor nuestro camino. Podemos percibir la realidad de una manera más profunda, entendiendo cómo y por qué suceden las cosas, cómo suceden y por qué suceden. El horóscopo funciona como un diagrama esquemático de las intenciones de vida de una persona. No describe exactamente lo que sucederá, ni excluye la libertad y el libre albedrío, pero revela los patrones y formatos en los que se desarrollan los acontecimientos. Cada símbolo de la carta puede manifestarse en todos los niveles de la personalidad y el entorno, conectando el mundo material con la mente universal (Nous).

Propongo métodos de diagnóstico, predicción, comparación de gráficos (sinastría) y formas de equilibrar los elementos del mapa natal. Además, propongo métodos y prácticas más en profundidad con el fin de fortalecer las cualidades y mitigar las partes más débiles del mapa.

Para los más curiosos, puedo calcular el planeta más poderoso de la carta, un cálculo que nos permite descifrar el nombre de tu Daimon personal o Ángel de la Guarda.
Mi enfoque es tradicional, con un fuerte componente de astrología helenística y medieval. También tengo en cuenta las enseñanzas de astrólogos clave como William Lilly o Jean-Baptiste Morin y también incorporo a mi práctica técnicas modernas como las Progresiones Secundarias, que son uno de los núcleos de mi método predictivo.

Utilizo planetas más allá de Saturno (Urano, Neptuno y Plutón), aunque no los considero regentes de signos.
Estudié con João Medeiros y Simão Cortês, apuntando después hacia una astrología más clásica o tradicional. Con esta combinación de tradición y modernidad, ofrezco un enfoque integral y personalizado para ayudarte a encontrar el equilibrio y el propósito a través de la astrología.

Explora conmigo la sabiduría de las estrellas y descubre cómo puedo iluminar su camino.